martes, 20 de abril de 2010

Cantinflas

Este artículo lo escribí hace tres años, con ayuda de wikipedia

Murió un día como hoy, 20 de abril, a causa del cáncer de pulmón. Era 1993 y miles de personas se congregaron en un día lluvioso para su funeral. La triste ceremonia fue un evento nacional que duró tres días. Sus restos, en cenizas, yacen desde entonces en el Panteón Español de la Ciudad de México. Homenajeado por muchos jefes de estado y por el Senado de los Estados Unidos, que incluso guardó un minuto de silencio por él, su nombre ha quedado registrado para siempre en la historia de la risa, la denuncia y esa capacidad de decirlo todo sin decir nada.

Fortino Mario Alfonso Moreno Reyes o "Cantinflas", como se le conocía mundialmente, fue uno de esos genios que se la vida se acuerda en regalarnos de tiempo en tiempo. Fue el sexto de doce hijos y sus habilidades lo llevaron de hacer trucos callejeros a boxeador, hasta que esa comicidad innata, prontamente explotada, lo llevó al circo, luego al teatro y de ahí al cine.

Pionero del cine mexicano, Mario Moreno contribuyó a su crecimiento en la época de oro. Su éxito, como parte del floreciente cine mexicano, ayudó a convertir a México en la capital americana del entretenimiento. Además, su personaje Cantinflas, cuya identidad se mezcló con la de él, fue analizada por los críticos de los medios de comunicación, filósofos, antropólogos y lingüistas, quienes lo veían como un peligro para la sociedad mexicana, una marioneta burguesa, un tipo de filántropo, un capitalista aventurero, un violador de los papeles del sexo, un católico pío, un innovador verbal y un payaso picaresco. En efecto, Mario Moreno era todo eso, y su personaje Cantinflas, era un satírico social.

El origen del nombre, ya universal, no ha llegado a consenso. Dicen fue un nombre sin significado alguno que fue inventado a fin de evitar que sus padres se enteraran que trabajaba en el negocio del entretenimiento, al que consideraban una ocupación vergonzante. Dicen, otros, que alguien molesto por las frases sin sentido que proclamaba - al intentar improvisar ante el olvido de sus líneas en un monólogo- le gritó: "cuánto inflas" o "en la cantina inflas", y que de la contracción, a manera de bautismo, se crea el nombre.

Quizá la característica por excelencia, y por delante del pañuelo rojo y el pantalón remendado, era el uso cómico del lenguaje en sus películas; sus personajes (los cuales casi todos era una variación del mismo personaje pero en diferentes papeles y situaciones) iniciaban una conversación de lo más convencional para después complicarla al punto de que nadie entendía lo que estaba diciendo.

El personaje de Cantinflas era particularmente adepto para jugar con la conversación, principalmente cuando le debía dinero a alguien o tenía que cortejar a cautivantes señoritas o al tratar de salir de problemas con las autoridades, arreglándoselas para humillarlas sin que se dieran cuenta. A esta forma de hablar se le llamó Cantinfleada y se convirtió en español en una forma de decir ¡estás cantinfleando! cada vez que a alguien le era difícil entender la conversación. La Real Academia Española incluyó el verbo cantinflear y las palabras cantinflas y cantinfleada en su diccionario en 1992.

Aunque Cantinflas nunca logró en Estados Unidos el mismo éxito que cosechó en México, fue homenajeado con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Recibió dos nominaciones al premio Globo de Oro en la categoría de mejor actor y el reconocimiento a los logros de su vida por parte de la Academia Mexicana del Filme. Películas que todos recordamos, a blanco y negro, como la de El barrendero, las emotivas El profe y El padrecito, las aleccionadoras y denunciantes El analfabeto, El bolero de Raque o la divertida El Siete Machos.

Cantinflas era un satírico social: hacía el papel de un don nadie con esperanzas de tener éxito.

A cantinflear entonces.

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