domingo, 29 de noviembre de 2009

Scab - Koichi Iguchi, 2008

Y entonces fue como correr con el objeto más hermoso entre los dedos

martes, 24 de noviembre de 2009

Garabatos





La primavera de verano no es una estación constante. Al fin y al cabo nadie dijo que así lo sería siempre. Una nube ceniza atraviesa el cielo y oscurece una gota de sudor que no terminará de caer por mi frente ni en mil años. El refugio bajo la sombra de el árbol es grandiosa, hermosa. Debo apurarme. El día se acaba y por ahora solo hay garabatos. Al menos eso me dará tiempo. El cálido estoicismo del tronco no durará mucho.

domingo, 22 de noviembre de 2009

El oso Roberto - Pablo Goitisolo, 2005

Ahí estaba, inmenso y ecuánime como lo había visto la primera vez que entré a la habitación de mis abuelos. Aquel día de 1989 mis ojos de cuatro años le asignaron color blanco y forma de oso a la palabra obsesión. Soberano en lo más alto de ropero de pino había resistido con elegancia diversos atentados de los que salió airoso como solo un oso de esa casta lo podía hacer . Nunca se supo cuál era el pacto que tenía. Era glorioso y ni el polvo mancillaba su felpa. Tenía que ser mío. Me quedé debajo de él y no me moví con la convicción en forma de rostro constreñido y bombardeado de lagrimas. Aquel día el oso descendió y yo deje de llorar.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Desserts - Jeft Stark, 1998

Lo pensó detenidamente. Es ilógico: ¿quién dejaría un chocolate intacto sobre la arena? No importa, está en el suelo y no hay nadie cerca en toda la playa. Ahora es suyo. Eso es lo que quieren que piense...

viernes, 13 de noviembre de 2009

Enmarcados





Ritos


Que te digan que eres una buena persona es un gran halago, sobre todo cuando crees que no lo eres. Primer pensamiento de la mañana. Presente, ausente, durmiente, televidente. Todo sucese ahora y en este instante. ¿Por qué los eventos no transcurren todos a la vez? Imaginé asistir a mi nacimiento como anciano y a mi entierro como niño. Hay algo similar entre el líquido amniótico y la necrosis: estamos en ambos. Giro a la derecha o a la izquierda. Giro en todas la direcciones.



La energías nunca serán suficientes. Músculos inútiles y fatigados por el viaje de una ida y una vuelta que terminará cuando se active el misterio de los frenos. Sueño motorizado y oscilante que ya me adelanta lo que pensaré en la mañana, cuando entre el tercer y quinto pestañeo, me invada la nostalgia del presente y acuda a mi vigésimo segundo entierro.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Oh my god - Jhon Bryant, 2004

Admito que este cortometraje es muy extraño. La desgracia con sangre y una ecónomica locución, repito, pueden hacer maravillas . Que seamos inocentes hasta que se demuestre lo contrario es un ejercicio que, sin duda, se disfruta mejor desde una combi o desde el confort de una cálida y chispeante silla eléctrica

Oh My God

Honestidad

!Yo no he cogido nada! Nunca lo hago. ¿Miedo?; no: educación. Debe estar ahí, ¿ has buscado bien? ¿Ya revisaste arriba? ¿Dónde carajos puede estar? ¡Yo no sé nada!... nunca sé nada. Sería más fácil mentir y elaborar una extraña teoría sobre universos paralelos y agujeros espacio temporales que decirte que yo no lo hize. Está bien, pero esa vez fue porque era una emeregencia. Esto es diferente. Me ofendes... y mucho. Yo no miento ... y cuando lo he hecho, mis mentiras siempre fueron honestas y desinteresadas.



jueves, 5 de noviembre de 2009

Twelve miles to trona - Wim Wenders, 2002

Octubre será recodado en mis pliegues cerebrales como el mes en el que me inavadieron un sinnúmero de sueños continuados y poco felices. Soñé, de diversas maneras, que manejaba un automóvil; a veces huía no sé de quiénes y no sé por qué, a veces como espía de una república submarina, otras veces convertido en lagarto o disfrazado con un bigote plomizo, y la última, en un extraño vehículo que se desplazaba telepáticamente. Al margen de que en la mayoría de ellos las altas velocidades, disparos, semáforos siempre en rojo, tres pedales de aceleradores, mi novia y choques con los que mi onírico cuerpo le decía "jódete" a la gravedad; siempre llegaba a donde debía llegar y a la hora que debía llegar. Pero nunca llegué a Trona

No me quiero psicoanalizar. Alguna querida amiga me dijo una vez: "la vida debe ser como manejar un auto". No lo creo, a menos que las pistas sean psicodélicas y yo no sea el "amigo elegido"