Afeitarse es otro de esos rituales tiránicos a los que se someten los monos desnudos.
Dependiendo de la destreza del ejecutante, la superficie de piel raleada puede salir ilesa al paso de la hoja metálica afilada; aunque existen ocasiones en las que un "pequeño" corte es inevitable.
Mirai Mizue – PLAYGROUND
Hace 2 días
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