Viajar a la luna siempre es un hecho que está ahí, latente,como cuando volteas una esquina y no sabes si te chocarás con alguien. Es cuestión de imaginación o quizá de mucho mucho dinero. Melies apeló un poco de ambos. Este parisíno nacido en 1861, pudo haber sido un prospero zapatero. Pero la industria del calzado no era lo suyo; y con la plata y experiencia de las máquinas zapateras se dió cuenta que lo suyo sería el cine, con cámara detenida, con truco, con teatro mezclado con ilusionismo...
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