Somos pasajeros casi todo el tiempo extraños. Al margen del lugar de donde nos encontremos, la única defensa eficaz y segura contra lo desconocido es uno mismo y en ello reside le éxito de la resistencia. Para el señor Pavlosvki, la fatalidad y la irremediable asincronía de su buena suerte serán las única trincheras endebles a las que deberá recurrir
MIENTRAS CAE LA TARDE. POEMA
Hace 21 horas