The cut ups - William Burroghs, Antony Balch; 1966

Yes, hello, yes, thank you, yes, hello, hello, yes, hello, yes,look that picture, thank you, hello, yes, good, yes, hello, good, thank you, yes, hello, hello,yes, hello, yes, hello, yes, hello, look that picture, yes, good, thank you, yes, hello, where are we now, yes, hello, yes, hello, yes, hello, yes hello, thank you, yes, look that picture, yes, good, yes, thank you, yes, hello, yes, hello, yes, thank you, yes, hello, hello, yes, hello, yes,look that picture, thank you, hello, yes, good, yes, hello, good, thank you, yes, hello, hello,yes, hello, yes, hello, yes, hello, look that picture, yes, good, thank you, yes, hello, where are we now, yes, hello, yes, hello, yes, hello, yes hello, thank you, yes, look that picture, yes, good, yes, thank you, yes, hello, yes, hello, yes, hello... very good, thank you.



LLenando mi infeliz existencia con cuentos de Cortázar y prometiendo leer pronto Rayuela, me ví atrapado en un extraño pero válido juego de circunstancias donde la casualidad y la aleatoriedad del clickeo me guiaron hasta este cortometraje.

Comenzaré diciendo que la técnica del cut-up es simple de entender: un texto es recortado al azar y reordenado para crear un nuevo ¿texto? ( Discutiremos sobre esto otro día)

Nombres como Tzara y el año 20, o como el de Gysin y el año 50, me condujeron wikipediamente hasta Burroughs. Sobre la autoría de la técnica aún se discute. Lo cierto es que alguna ves Gysin la descubrió por casualidad y se la mostró William S. Burroughs ( escritor heroinómano que mató a su mujer de un disparo en la cabeza cuando trataba de imitar a Guillermo Tell y falló el tiro, dándole entre los ojos en lugar de darle a la manzana). Creyeron que mediante este método podían extraer los contenidos "entre lineas" o implícitos que flotaban en escritos impresos e incluso grabaciones de audio, justificaciones para "alterar" aleatoriamente la realidad.

Inspirados en esta filosófia concibieron "the cut ups", un cortometraje de casi veinte minutos donde palabras e imagenes no guardan relación alguna y flotan armadas al azar creando una lógica propia y efímera que reemplaza a lo que dicta la norma por un ritmo azarosamente impresionante, casi mántrico.