miércoles, 25 de febrero de 2009
The lamp - Roman Polanski, 1959
¿Nunca han tenido la sensación que en algún momento lo que creemos inanimado, estático no es más que una farsa? Una suerte de vida imperceptible, que aprovecha el instante preciso para manifestarse y siempre a nuestras espaldas, se desplaza junto a nosotros, dementes por el movimiento. Polanski no solo ensaya ese instante, sino que lo representa naturalmente siniestro y destructivo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario